con un pequeño gemido y
un puchero como respuesta
mi pequeña gatita morada
como el gato rizón de
Alice in Wonderland, tiene la
capacidad de desaparecer.
Ama que la acicalen y ahora
más que nunca, le duele mucho
y ese es su 'placebo'.
Deja al descubierto la herida placentera;
satisfecha con el resultado, aguanta el dolor...
La pobre, divaga y desvaría...